Las fiestas decembrinas son una época especial. Estas fechas que se disfrutan en familia son gratificantes y motivan momentos de unión, fraternidad y de compartir, sin embargo, también conllevan cambios en la cotidianidad que pueden convertirlas en desafíos para los padres y sus adolescentes. Aquí tienes algunas recomendaciones para disfrutar de esta temporada juntos:
- Fomentar la comunicación: Hablen sobre las expectativas para las fiestas. Pregúntale qué les gustaría hacer, escuchen y tengan en cuenta sus ideas. Esto les hará sentir valorados y participe de los planes.
- Establecer límites claros: Acuerde limites sobre actividades, horarios que van a realizar en este tiempo de vacaciones. En lo posible mantenga las rutinas cotidianas establecidas en casa durante el periodo de la navidad.
- Involucrar a los adolescentes en la planificación: Permítanles participar en la organización de las celebraciones, como la decoración, la elección de actividades, la preparación de comidas, novena etc…Esto les dará un sentido de responsabilidad y pertenencia.
- Fortalecer las tradiciones familiares: Mantener las tradiciones familiares les dará un lugar importante a las creencias familiares, así como fortalecerá la unión familiar.
- Reflexionar sobre el año: Al final de la temporada, tómense un tiempo para reflexionar sobre lo que han aprendido y cómo han crecido individualmente y como familia. Esto puede ser una buena oportunidad para agradecer y reconocerse los logros obtenidos durante el año.
Recuerda, que para estas fechas existen más riesgos asociados al consumo de alcohol en los preadolescentes y adolescentes, esto exige el compromiso de madres, padres y cuidadores de no fomentar el consumo en los hogares sino también de generar un diálogo y un clima de confianza alrededor del tema. De acuerdo al Instituto Colombiano de Bienestar familiar se sugiere tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
• No brindes alcohol a tus hijas e hijos menores de edad; recuerda que es un delito.
• No envíes a adolescentes y jóvenes a comprar licor o cigarrillos, sin importar que no sea para ellos.
• Dialoga con las y los adolescentes sobre el consumo de alcohol de forma abierta y transparente. Recuerda que, si el tema es tratado como un tabú en el hogar o como algo que “es cosa de adultos”, lo más seguro es que ellos exploren el tema por su cuenta, con sus pares u otras personas.
• Procura dar información desde la pedagogía y la realidad y no desde la intimidación y la prohibición. Explica los riesgos que genera el consumo de alcohol y aprovecha las situaciones cotidianas, como las noticias asociadas al consumo de alcohol, para explicarles a las niñas, niños y adolescentes para explicarle las consecuencias a nivel socioemocional.
• Cuéntale de forma clara y concreta, cuáles son los efectos del consumo de alcohol en la infancia y la adolescencia y por qué es mejor postergarlo hasta después de los 18 años. En lugar de prohibir, hazle comprender de manera propositiva que no es el momento para iniciar el consumo.
• Fortalece los vínculos parentales y genera un clima de confianza alrededor del tema. Hazle saber a tus hijas e hijos que cuentan contigo siempre y que estás ahí para ellos sin importar la circunstancia. Así, en el momento en que alguien les ofrezca licor y quizá, ellos lo prueben, lo más seguro es que te cuenten y puedas orientarlos.
• Aprovecha el poder del ejemplo. De nada sirven las palabras si los actos de los adultos no son coherentes y no se convierten en modelos a seguir. Por eso, procura tener unas pautas de consumo responsable. Aquí la clave está en que los niños y los adolescentes aprendan de sus padres y cuidadores que es posible beber licor sin llegar a excesos, sin perder la conciencia, sin ponerse agresivos y sin cometer conductas irresponsables, como, por ejemplo, conducir un vehículo bajo los efectos del alcohol.Instituto Colombiano de Bienestar Familiar ICBF
Muchas gracias a todos los profesores directivos etc y que tengan una feliz Navidad y un próspero año Dios los bendiga