Una sana convivencia en casa es fundamental para el bienestar integral de cada uno de los integrantes de la familia. Sin embargo, no se desconoce que mantener una sana convivencia con las y los adolescentes es un reto dado al desarrollo mental propio de esta etapa y los cambios a nivel emocional, cognitivo y de conducta por los que transitan nuestros hijos hijas. Es por esto que como adultos estamos en la obligación de orientar las normas que implementemos en casa, descargar calma y autorregularnos ante las situaciones desafiantes, puesto que, somos espejo de las conductas de nuestros adolescentes.
Importancia de fomentar una sana convivencia en casa
Comunicación asertiva: Un ambiente positivo y abierto permite que los adolescentes se sientan cómodos compartiendo sus pensamientos y sentimientos. Esto fortalece la relación y ayuda a resolver conflictos de manera constructiva.
Desarrollo de autoesquemas (autoconcepto, autoimagen, autonomía, autoeficacia): Un hogar donde se respeta y valora a cada miembro contribuye a que los adolescentes desarrollen y fortalezcan sus autoesquemas los cuales le permiten comprender la forma como se relaciona con las personas, consigo mismo y la valoración que le da a su propio yo. Sentirse aceptado y valorado, es crucial en esta etapa de búsqueda de identidad.
Prevención: Una convivencia saludable puede ayudar a prevenir problemas como el abuso de sustancias, la violencia y otros comportamientos de riesgo. Los adolescentes que se sienten apoyados en casa son menos propensos a buscar validación en lugares peligrosos.
Modelado de relaciones saludables: La forma en que los padres y otros miembros de la familia se relacionan entre sí sirve como modelo para los adolescentes. Aprenden sobre el respeto, la empatía y la resolución de conflictos, habilidades que llevarán a sus relaciones fuera del hogar.
Fomento de la responsabilidad: En un hogar donde se promueve la convivencia sana, los adolescentes aprenden sobre la importancia de la responsabilidad y el compromiso, tanto en sus relaciones familiares como en otros aspectos de su vida.
Lugar seguro: Hacer de nuestro hogar un lugar seguro permitirá que nuestros hijos o hijas acudan a nosotros ante cualquier situación o experiencia abrumadora.
¿Cómo fomentar una sana convivencia en casa?
- Identificar los momentos para establecer un dialogo, donde cada integrante tenga la oportunidad de comunicarse.
- Buscar momentos para compartir hobbies.
- Establecer normas claras y equitativas, esto conlleva a un ambiente predecible el cual reduce la ansiedad y fomentan el cumplimiento de actividades del hogar con mayor facilidad.
- Dedicar tiempo de calidad y cantidad donde los miembros de la familia se escuchan, se miran a los ojos, están atentos a lo que los otros explican, muestran interés en los demás, no están pensando en otras cosas o realizando otras actividades más allá que el hecho de compartir ese momento concreto con la familia (cenas, comida familiar).
El vínculo entre nosotros los adultos y nuestros hijos necesita PRESENCIA, ante la PRESENCIA se necesita cuatro cualidades: Sentirse seguro, sentirse visto, sentirse consolado, sentirse a salvo.
Daniel Siegel
Gracias por compartir sus conocimientos con nosotros para ayudarnos a una mejor crianza y convivencia con nuestros hijos.