Cada 10 de octubre se conmemora el Día Internacional de la Salud Mental, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud para crear conciencia sobre la importancia del bienestar emocional y promover acciones que fortalezcan la salud mental de las personas en todo el mundo.
Como madres y padres, muchas veces enfocamos nuestros esfuerzos en el bienestar físico o académico de nuestros hijos, olvidando que la salud mental es parte esencial del bienestar integral. No se trata solo de la ausencia de enfermedades, sino de alcanzar un equilibrio emocional, psicológico y social que nos permita vivir de forma plena, relacionarnos con los demás y enfrentar los retos diarios de la vida.
Cuando ese equilibrio existe, no solo mejora el desarrollo personal, sino también la convivencia y el bienestar familiar.
Un hogar emocionalmente sano no significa que no haya conflictos, sino que se busca resolverlos con respeto, empatía y diálogo.
La salud mental empieza en casa
¿Por qué la salud mental empieza en casa?
Es donde se crean los primeros vínculos afectivos, que fortalecen la autoestima, la seguridad y la forma en que enfrentamos la vida.
El hogar enseña, de manera consciente o inconsciente, cómo gestionar emociones, resolver conflictos y expresar afecto o frustración.
Una casa basada en amor, respeto y estructura se convierte en un refugio emocional incluso en los momentos difíciles.
Hablar de salud mental también es educar
Rompe estigmas y enseña a los niños que pedir ayuda está bien.
Fortalece los lazos familiares, fomentando la empatía y la comunicación.
Construye seguridad y confianza, bases esenciales para el desarrollo de cualquier proyecto de vida.
¿Qué pueden hacer las familias para cuidar la salud mental?
- Promover la comunicación abierta: Hablar sobre emociones, sin juzgar ni minimizar. Escuchar activamente a cada miembro de la familia.
- Validar los sentimientos: Decir frases como “entiendo que estés triste” o “es normal sentirse frustrado” ayuda a normalizar las emociones.
- Establecer rutinas sanas: El descanso, una buena alimentación y tiempo para el ocio y la conexión familiar son esenciales para el equilibrio emocional.
- Dar el ejemplo: Los adultos que hablan de cómo se sienten, piden ayuda cuando la necesitan y cuidan de su salud mental, enseñan con el ejemplo.
- Cuidar el trato diario: El respeto, la paciencia y el afecto en lo cotidiano construyen un ambiente seguro para todos.
- Buscar ayuda profesional cuando sea necesario: Psicólogos o terapeutas pueden acompañar procesos emocionales con herramientas especializadas.
El hogar no tiene que ser perfecto, pero sí debe ser un espacio donde todos se sientan escuchados, amados y valorados. Recordemos que cuidar la mente también es un acto de amor. 💚
Gracias por compartir estos artículos son de mucha ayuda y nos sirven mucho en la formación para nuestros hijos
Pienso que la salud mental es muy importante, porque es esencial para fortalecer los lazos familiares, entablando la buena comunicación, teniendo en cuenta que todo empieza en casa, te da seguridad, y buen trato hacia los demás creando así un buen equilibrio mental.