Ninguno de nosotros estaba preparado para esta situación, la idea de recibir clases virtuales no pasaba por las mentes de nuestros hijos; y mucho menos que ocurriera de un momento a otro. Los aparatos electrónicos pasaron de ser objetos de distracción y comunicación a convertirse cuadernos, tableros y medios para seguir conectados con su estudio, resultado de la virtualidad en tiempos de pandemia. 

El colegio hasta el momento ha sabido llevar el proceso de la enseñanza desde la virtualidad. La calidad de educación, la esencia y misión del colegio con este reto se ha fortalecido cada día más.  Esto se reconoce cuando en las clases virtuales ofrecidas a nuestros hijos se convierten es los espacios de encuentro con sus docentes y compañeros.

Los estudiantes reciben las clases de manera amena, se utilizan diferentes estrategias, y actividades que fortalecen sus valores además de recibir evaluación y retroalimentación constantemente. 

Además la plataforma Teams nos permite tener acceso a verificar sus procesos y avances; al mismo tiempo a través de Phidias una constante comunicación con el colegio, y otros canales donde son atendidas nuestras inquietudes.

Vivir la virtualidad en tiempos de pandemia se ha convertido en todo un reto para los estudiantes, padres y docentes. Creo que no ha sido fácil, pero no imposible.  Cada día mi hijo se levanta con el propósito de alcanzar su meta, guarda la esperanza de volver a compartir sus clases presenciales; volver al colegio y estar con sus compañeros y profesores cuando todo esto pase. 

Agradezco al colegio por su esmero, acompañamiento y esfuerzo en esta situación; considero que es el sentir de más de un padre que hace parte del Liceo.

Yenny Catalina Díaz

Artículo por: Yenny Catalina Díaz
Madre de familia- Children School